Usos de medicamentos en adultos mayores

Los riesgos asociados al consumo de fármacos en personas mayores aumentan con el paso de la edad. Las variantes responden a cambios degenerativos, los cuales influyen en la forma de administrar un tratamiento y en la respuesta terapéutica según la edad del paciente.

Las personas mayores de 60 años ingieren 2 o 3 veces más medicinas que el resto de la población en general, esto se traduce en que la susceptibilidad y las complicaciones aumentan motivado a la coexistencia de varias enfermedades o por el consumo excesivo de fármacos. Entre los síntomas más comunes encontramos las irritaciones gástricas, el estreñimiento, la taquicardia, la sedación excesiva y los mareos, con mayor repercusión en aquellos que sufren padecimientos crónicos como la diabetes, la hipertensión y las afecciones cardiovasculares.

La edad no es sinónimo de enfermedad, no obstante, los cambios degenerativos, orgánicos y funcionales afectan al hígado y a los riñones; factores como la disminución de la movilidad intestinal y el retardo del vaciamiento gástrico, influyen en el proceso de absorción, metabolización y excreción de las medicinas, aumentando la probabilidad de toxicidad en el organismo. 

El cumplimiento de un tratamiento médico en ancianos, también se ve amenazado por el deterioro de las capacidades cognitivas y por la falta de acompañamiento: La dificultad para leer el récipe, la ausencia de memoria y de compresión de las instrucciones médicas, son algunas de las razones por las que muchas personas pasan de una vida independiente a internarse en instituciones de atención médica.

Tomando en cuenta las posibles implicaciones, te traemos una serie de consejos para que los pongas en práctica si estás cuidando a un adulto mayor:

  • La comunicación entre el paciente y el médico de familia es esencial para evitar confusiones, prevenir efectos secundarios y posibles daños por la interacción de fármacos.

  • Los tratamientos naturales y alternativos suelen ser una buena opción, sin embargo, es importante comunicarle al médico acerca de otras ingestas que estén fuera del tratamiento principal. 
  • Procure que la dependencia hacia las medicinas se reduzca mediante la inclusión del anciano en terapias grupales, psicoterapia o actividades de ayuda psicológica.  
  • Es recomendable hacer anotaciones especificando los medicamentos que se están tomando, para qué se usan, la dosis prescrita, por cuánto tiempo y la hora de ingesta.
  •  Haga hincapié a diario sobre la importancia de seguir el tratamiento al pie de la letra. Si va a dejar al adulto mayor solo, deje las indicaciones en un lugar visible, legible y con las instrucciones claras para evitar los riesgos de intoxicación.
  •  No deje medicamentos no prescritos al alcance de una persona mayor que esté medicada.
  • Haga seguimiento desde un primer momento a las reacciones que se puedan producir después de tomar un medicamento.
  • Revise el consumo de medicinas de venta libre y los suplementos vitamínicos para evitar daños por la mezcla de medicamentos.


Recordemos que los adultos de la tercera edad tienen necesidades sociales y personales que requieren de apoyo en la vida cotidiana, por tanto, es también nuestra responsabilidad procurar que ellos
vivan en plenitud y con dignidad.