¿Adicción a los ansiolíticos?

Volverse adicto a las pastillas para dormir cada día es más frecuente. Los expertos señalan que a raíz de la pandemia, la gente tiene más acceso a estos fármacos. Hay un mercado ilegal muy amplio que comercializa estos productos sin ningún tipo de orientación médica, añaden.

Los ansiolíticos, hipnóticos y sedantes se toman por periodos cortos de tiempo. Son composiciones recetadas para aliviar problemas graves de insomnio, trastornos de pánico, estrés post traumático y no para tratar la ansiedad pasajera. Los médicos explican que estos comprimidos inducen al sueño alterando su ciclo natural y no brindan un descanso reparador.

Una vez que la persona se acostumbra a dormir bajo el efecto de un fármaco, le cuesta conseguir el sueño de forma natural. Esta alteración ocurre porque estas drogas afectan el sistema nervioso, pero no actúan sobre el conflicto emocional que mantiene al paciente en un estado de intranquilidad persistente, aseguran los especialistas.

¿Cuáles son las consecuencias de la adicción? Irritabilidad, pérdida de memoria, desconcentración, sentimientos de tristeza, depresión, taquicardia, ojo seco y sensación de vacío. En casos graves y atípicos, los sedantes desencadenan convulsiones.

¿Qué hacer? El paciente debe tomar conciencia de que la conducta compulsiva y el abuso de sustancias, es una enfermedad. No es recomendable retirar la medicación de forma brusca, ya que esto podría agudizar la dependencia psicológica, sin embargo, se puede reducir poco a poco la dosis y evaluar la reacción del cuerpo progresivamente.

Los problemas del sueño se asocian a las preocupaciones, a ciertas enfermedades y a la fatiga crónica, de manera que es sano reemplazar su ingesta por actividades que ayuden a relajar la mente. Los ejercicios y las caminatas al aire libre reducen el estrés negativo. Si con estos consejos prácticos no puedes prescindir del medicamento, busca orientación médica.