¿Tienes ansiedad y no lo sabes?

Si las preocupaciones te abruman, no logras conciliar el sueño, has bajado de peso y estás actuando en modo automático, hay altas probabilidades de que estés experimentando problemas o trastornos de ansiedad. La persona ansiosa tiene conductas impulsivas poco conscientes, como por ejemplo, la necesidad de resolver situaciones sin parar.

Paralelamente a este fenómeno, en el cual el individuo no se da tregua ni descanso, la ansiedad se alimenta de un torrente de pensamientos negativos, repetitivos e inútiles, que en su mayoría no se vinculan con la realidad. También se caracteriza por las reacciones emocionales exageradas ante situaciones que se consideran amenazantes.

¿Cómo sé si estoy sufriendo de ansiedad? Adicional al tormento mental, la ansiedad tiene muchas caras. La mayoría de los afectados sufren de dolencias digestivas, ardor estomacal, colitis o colon irritable. Esto se debe a que el intestino, según los estudios, es el segundo cerebro del ser humano. Otras manifestaciones asociadas a este problema de salud son, comerse las uñas, dificultad para respirar, mareos, insomnio y sensación de vértigo.

¿Cómo enfrentar la ansiedad en tiempos de pandemia? Los expertos aseguran que generamos cerca de 60.000 pensamientos al día, sin embargo, la auto observación es clave para abandonar el hábito de rumiar. No es cuestión de pensar menos, sino de pensar mejor. Adicional a ello, la neurociencia aconseja bostezar y hacer respiraciones conscientes para relajar el cuerpo y la mente en pocos segundos.  

En la actualidad, muchísimas personas sufren de ansiedad y no lo saben. Es un malestar que mejora si dejamos a un lado el miedo, el victimismo y las suposiciones. A estas disociaciones del pensamiento se suma una voz interna que castiga, crítica y culpabiliza. Si logras controlar estos hábitos destructivos, sentirás mucho alivio. Si los episodios se salen de tu control, no dudes en buscar asistencia médica.