¿Tengo rinitis alérgica?

Si amaneces congestionado, te pican los ojos, respiras por la boca, estornudas sin parar y segregas “agüita” por la nariz, es posible que sufras de rinitis alérgica. Este trastorno, confundido con el resfriado común, se diferencia al prolongarse por períodos más largos de tiempo, en donde el sistema inmunológico reacciona con hipersensibilidad ante sustancias inofensivas transportadas por el aire.

La rinitis alérgica también conocida como “fiebre del heno”, es bastante indefensa si se trata a tiempo, aunque su presencia no es mortal, es un trastorno desagradable que obstruye el flujo respiratorio debido a la inflamación de las capas internas que cubren la nariz.

Muchas personas alérgicas banalizan las consecuencias de la afección, sin saber que detrás del descuido aparecen más complicaciones: crisis asmáticas, conjuntivitis alérgica, dermatitis atópica, sinusitis e infecciones en la garganta y oídos.

¿Cómo sé si soy alérgico? Si comienzas a estornudar y lagrimeas luego de tener contacto con el polvo, el polen, el humo u otros alérgenos, es muy probable que estés teniendo reacciones alérgicas.

¿Cómo se desencadena la afección? Ocurre cuando el sistema inmunológico en un intento de proteger al organismo de ciertas sustancias externas, libera un compuesto químico al torrente sanguíneo llamado histamina y éste a su vez provoca los síntomas molestos.

¿Cuáles son los síntomas secundarios? La medicina oriental considera que la respiración es, lo que la electricidad es para cualquier aparato eléctrico; es decir, sin respiración no hay energía vital. La rinitis en su fase crónica acarrea un decaimiento generalizado: dolores de cabeza, pérdida de atención y concentración, sueño deficiente, falta de energía, entre otros padecimientos.

¿Cómo puedo evitar una reacción? Si el problema es el humo del cigarrillo, por ejemplo, evite todo contacto con el humo, si el detonante son los ácaros de polvo es más complejo de sobrellevar, sin embargo, puedes reforzar la limpieza, cambiar regularmente la ropa de cama, sacudir el colchón, evitar la humedad y ventilar los espacios.

¿Puedo hacer un remedio casero? Sí, los lavados nasales hechos en casa pueden ayudar a descongestionar los ductos nasales si la rinitis es leve, para ello solo necesitarás un gotero, sal sin yodo, bicarbonato de sodio y agua hervida o destilada. Esta práctica hindú tiene su origen en la medicina ayurvédica, (reconocida por la Organización Mundial de la Salud) y puedes hacerla tras recibir la orientación de un médico o de un regente farmacéutico.

Si la rinitis que padece es estacional o pasajera, aparece en épocas de floración o por cambios de temperatura, si es perenne o crónica, se da por el contacto constante con la sustancia percibida por el cuerpo como invasora.

Esta enfermedad no tiene cura, pero con un tratamiento adecuado es posible disfrutar de una buena salud respiratoria. Los descongestionantes nasales de venta libre dan mucho alivio, si no mejoras en pocos días, consulta al médico.

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