Sobre las infecciones urinarias

Se detecta una infección urinaria tanto en hombres como en mujeres en presencia de bacterias, hongos, parásitos o gérmenes que causan malestares leves o agudos en el intento de orinar.

Según los expertos, la orina no genera ni cultiva parásitos. Los cuadros infecciosos se producen por agentes patógenos que entran a través de las vías urinarias, siendo uno de los más comunes la bacteria Escherichia coli.

Las estadísticas demuestran que las infecciones urinarias son más frecuentes en mujeres, no obstante, también se desarrollan en varones. En este caso y a partir de los 50 años, la condición representa un mayor riesgo a sufrir problemas en la próstata.

En cuanto a las típicas manifestaciones, los galenos advierten que el color oscuro, opaco o turbio en la orina, acompañado de fiebre baja, ardor al orinar o un flujo débil y entrecortado, son señales de que algo no va bien.

Los síntomas varían en función de cuán fuerte es la infección y qué órgano resulta afectado. Se precisa a su vez que las bacterias pueden colonizar la uretra, la vejiga, los conductos llamados uréteres y los riñones.

Cuando la invasión bacteriana se cuela hacia el torrente sanguíneo, los malestares se agudizan y el paciente experimenta fiebre alta, mareos, escalofríos, dolor lumbar y fatiga.

Otra manifestación poco común es la presencia de sangre en la orina, más conocida como hematuria; la cual se vincula a enfermedades en el riñón y al sistema urinario.

Las causas relacionadas con las infecciones en el tracto urinario son diversas. En cualquier caso, no es recomendable automedicarse bajo ningún concepto. Lo más apropiado es asistir al médico con el fin de que el parásito sea combatido a través de un tratamiento farmacológico apropiado.