Romper la adicción a los fármacos

La dependencia a los fármacos crece a ritmos vertiginosos porque se presentan como una “solución mágica” a los problemas de ansiedad e insomnio, sin embargo, el organismo se acostumbra muy rápido a los estimulantes generando una situación incontrolable: La persona comienza a aumentar la dosis progresivamente para mantener el resultado inicial y entra en un círculo vicioso difícil de superar.

Un tratamiento a base de fármacos con tendencia adictiva debe realizarse bajo indicaciones médicas con un diagnóstico previo, en donde el especialista en salud toma el control sobre el consumo para evitar la dependencia, por lo general, los comprimidos son recetados para aliviar problemas graves de insomnio, ansiedad, depresión y no para atacar situaciones pasajeras.

Cuando una persona se acostumbra a los fármacos sustituye la capacidad para resolver situaciones de forma natural por el uso de drogas, por ejemplo, los somníferos y ansiolíticos deprimen el sistema nervioso y desligan al afectado de las causas reales que lo mantienen en estado de constante alerta.

¿Cuáles son los efectos de la adicción?

Irritabilidad, aumento de la ansiedad, dolores de cabeza e intranquilidad, otros efectos pudieran estar asociados a la depresión, sobre todo cuando el afectado tiene mucho tiempo tomando fármacos; en escenarios más graves, la alta dosis de somníferos y ansiolíticos durante períodos prolongados desencadenan convulsiones.

¿Qué hacer para curar la adicción?

El primer paso es tomar conciencia de la misma y de la esclavitud que genera, si detectas que la dependencia está comenzando, intenta disminuir la dosis poco a poco dejando de tomar una cuarta parte del comprimido, es decir, si la gragea es de 1 mg, reduce la ingesta a 0,75 mg, evalúa los resultados y si hay mejoría, sigue reduciendo la dosis.

Sustituye la ingesta por actividades relajantes, ya que los problemas de sueño y ansiedad tienen mucho que ver con las preocupaciones, despeja la mente y suelta el exceso de control; la ansiedad está completamente asociada al futuro, a lo que va a pasar y no ha pasado, por lo general, acompañada de pensamientos catastróficos que no concuerdan con la realidad.  

Otros detalles a evaluar son las raíces del problema: ¿Qué cambios internos necesitas hacer para evitar la dependencia? ¿Qué es lo que te mantiene afectado? Asiste a un especialista por ambos casos, el uso de fármacos de forma permanente nos habla de que el individuo debe reconciliarse con su capacidad para afrontar la realidad, evitando así el uso de sustancias dañinas para su salud.

Laboratorios Kimiceg