¿Qué necesitas saber sobre la disfunción eréctil?

La primera causa de disfunción eréctil prolongada, responde en la mayoría de los casos, al tiempo que puedas tardar en acudir al médico, ya sea por temor, tabúes, vergüenza, falta de información u otras razones. En la actualidad, con la aplicación de algunas técnicas y un tratamiento médico adecuado, el trastorno desaparece por completo y solamente en casos crónicos, es duradero.

Un gran porcentaje de hombres presentan algún episodio de incapacidad sexual a lo largo de sus vidas, ya sea por razones psicológicas, estrés o ansiedad, mientras que otros comienzan a experimentar un descenso en la potencia sexual por la edad, el uso de antidepresivos,  antihipertensivos,  excesos en el consumo de tabaco, alcohol o drogas.

Las investigaciones psicológicas señalan que la disfunción sexual está vinculada, en muchos casos, al temor hacia lo femenino y al miedo de expresar el lado masculino en términos de virilidad; una especie de sumisión asociada al tipo de relación que ha tenido el hombre con las mujeres de su vida desde la infancia.

El tratamiento médico de este trastorno depende de las causas que originan la alteración y podría comprender tanto intervención psicológica, como el uso de fármacos que tienen todo el respaldo de la comunidad médica y científica.  El citrato de sildenafil, es el principio activo de la mayoría de los medicamentos recetados para el tratamiento de este trastorno sexual y su función es actuar como un relajante muscular ante la estimulación sexual, aumentando el flujo de la sangre hacia los órganos genitales hasta provocar la erección.  

¿Cuándo y por qué buscar ayuda? Acuda al médico si no tiene erecciones espontáneas o en el caso de que no logres mantenerlas firmes durante el acto sexual de forma persistente.

El motivo principal para buscar asistencia es la salud física, descartar enfermedades que puedan estar propiciando la disfunción, el bienestar sexual en la pareja y la necesidad que tiene el hombre de sentirse viril, fecundo y empoderado de su vida íntima.

¿Por qué no debes automedicarte? La ingesta inadecuada de fármacos usados para tratar deficiencias sexuales puede acarrear ataques cardíacos, subidas de presión arterial, dependencia psicológica y erecciones prolongadas que afectan el órgano reproductor masculino.

Hay una vieja frase que reza que “la curiosidad mató al gato”, y es que el consumo de medicinas para el tratamiento de la disfunción eréctil, no es un asunto de curiosidad. Si eres joven y mantienes erecciones firmes hasta llevar a cabo el acto sexual con normalidad, no necesitas tomar nada para mejorar tu rendimiento sexual.

Si notas algún descontrol en tu desempeño sexual, no te achaques psicológicamente, pues solamente conseguirás empeorar la condición. El disfrute sexual es un acto de relajación, estímulo, espontaneidad y tú puedes recuperar la plenitud sexual con asesoría médica.

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