¿Puedo mezclar hierbas naturales con medicinas?

Las investigaciones advierten con cifras de personas afectadas que mezclar medicinas naturales con fármacos no es recomendable. Aún hay personas, padres y familias que creen que las plantas medicinales son inofensivas. “No es así, sí se toman con ciertos fármacos pueden causar  reacciones distintas a las esperadas, por lo cual, no deben ingerirse sin orientación médica ni usarse para tratar enfermedades como el cáncer, la diabetes o la epilepsia”, señalan los expertos.

Un mito común difundido es que los remedios naturales son complementarios, pero los mismos actúan como un fármaco más en el organismo. Las plantas tienen composiciones químicas que generan actividades biológicas en los seres humanos. Algunas literaturas médicas han demostrado que el tamarindo incrementa la absorción de una aspirina, la manzanilla y la valeriana aumentan los efectos de los medicamentos sedantes, mientras que el gingko biloba disminuye la acción de los anticonconvulsivos.

La gente piensa que tomar un guarapo o un té verde solo puede traer mejoras, también es una creencia arraigada que “ingerir algo natural nunca está de más”, así que el paciente tiende a comprar sus plantas, las hierve, las consume, pero no saben que la humedad, la temperatura o las condiciones de siembra,  alteran la acción farmacológica de la medicación principal.

Los remedios naturales son reconocidos ancestralmente por sus resultados en trastornos comunes, pero es vital que el paciente los consuma con criterio. A la hora de ligar sustancias hay que buscar información; no es lo mismo tomar un brebaje para la gripe que mezclar hierbas con pastillas para tratar enfermedades crónicas, pues la interacción puede ser tóxica o causar fallas terapéuticas, incluso, hasta provocar la muerte.

La alerta para la población tiene que ver con la poca información e investigación que existe. Algunos informes han podido demostrar, aunque en menor proporción, que las plantas más usadas en el mundo: el ajo, el jengibre o la manzanilla, interactúan con ciertos tratamientos médicos. Los estudios realizados señalan que la alteración, la absorción o la disminución en la acción farmacológica puede alcanzar hasta un 60%.

En Internet abundan los consejos prácticos sobre la preparación de remedios caseros en forma de té, jugos o brebajes. Hay enunciados que estimulan el consumo de hierbas sin advertencias, tales como: “la magia del noni”, “la cura milagrosa del ajo”, entre muchos. Evite automedicarse y ligar medicinas con complementos naturales sin la orientación adecuada, sobre todo si se trata de una enfermedad crónica o terminal.

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