¿Por qué deberías cenar temprano?

Según los nutricionistas, cenar muy tarde es perjudicial para la salud. Comer y enseguida irse a la cama, podría causar sobrepeso, malestares digestivos y afecciones cardiovasculares.

La razón principal es que algunos órganos funcionan en sincronía con los ciclos circadianos. Éstos bajan el ritmo a medida que se oculta el sol, retardando el proceso metabólico y digestivo en el organismo.

Todo apunta a que los individuos que cenan después de las 10 de la noche, tienen mayor riesgo de sufrir síndrome metabólico. Este último engloba un conjunto de alteraciones asociadas al colesterol, a la hipertensión y a los picos altos de glucosa en sangre.

Al respecto, las investigaciones científicas advierten que es importante conocer qué tipo de metabolismo tiene cada individuo. Si éste es pasivo, la digestión tiende a ser fuerte y la comida es bien tolerada a cualquier hora. Si éste es excitado, los alimentos, a menudo, producen pesadez y causan indigestión.

Las personas con tendencias al estrés, cuyo sueño es muy ligero; suelen ser de metabolismo excitado, mientras que las pasivas, con inclinación a la quietud, tienen un metabolismo más ligero.

Siguiendo esta teoría, los expertos consideran que las personas ansiosas no deberían cenar tarde, ya que con frecuencia experimentan inflamación estomacal, llenura, gases, dificultad para digerir las carnes rojas y la grasa.

En cualquier caso, el objetivo de adelantar la cena es mejorar la absorción de los nutrientes, la calidad del sueño, controlar el peso y regular los niveles de azúcar en sangre. Comer fibra, ensaladas verdes y verduras en la noche, favorece la actividad intestinal y ayuda a evitar la retención de líquidos en el cuerpo.