12 Ene La salud del adulto mayor
En estos tiempos, preservar la salud del adulto mayor se ha convertido en un desafío. 8 de cada 10 decesos causados por el Covid-19, corresponden a individuos entre los 70 años o más. Sumado al proceso degenerativo vinculante a la edad, las personas mayores viven propensas a desarrollar enfermedades como consecuencia del confinamiento.
Atacados por la ansiedad, el temor más común es saber qué va a pasar con el encierro y con el final de la vida. Los médicos advierten que el núcleo familiar o la red de apoyo, debe vigilar cualquier indicio de inquietud, miedos o sobresaltos, así como la aparición de pesadillas, insomnio y alteraciones cardíacas.
Si bien, la economía mundial no es la mejor en la actualidad, la alimentación de un adulto mayor es clave. Por diversos factores, la baja de proteína en el cuerpo, es uno de los riesgos más comunes en los ancianos. Una dieta escasa en proteína animal, ya sea pollo, carne o huevos, acelera la pérdida de la masa muscular y debilita la fuerza física necesaria para mantenerse en movimiento.
Conforme avanza la edad, disminuye la sensación de sed y aumenta la falta de agua en el organismo. Es normal que una persona mayor deje de tomar líquidos sin darse cuenta, aseguran los médicos. Así que es esencial reforzar el consumo de agua, frutas, jugos naturales, leches y caldos. Si existen trastornos digestivos o renales, hay altas posibilidades de sufrir una deshidratación.
Con relación a la salud mental, estamos frente a una emergencia geriátrica. Un porcentaje elevado de la población de avanzada edad vive sola y perdió el contacto físico con su entorno cercano. Es un momento propicio para estimular el uso de la tecnología, el envío de mensajes, las notas de voz y las videollamadas. Mantener la comunicación e interactuar de forma virtual, fortalece la salud cardiovascular de la gente mayor.
Recordemos que, muchas de estas personas lidian con la soledad, con enfermedades graves y con la ingesta de fármacos. Tenemos un compromiso social de solidaridad hacia esta parte más frágil de la sociedad. Algunos países ya se encuentran reformando los modelos actuales de atención y cuidados integrales para mejorar la calidad de vida de los ancianos.