26 Ago La risa como analgésico natural

Cientos de estudios han demostrado que la risa genera efectos muy positivos para la salud y aunque científicamente no es considerada un recurso terapéutico, su efecto sanador cada día tiene más aceptación, mientras las amarguras aumentan el riesgo de sufrir enfermedades, la alegría y el buen humor aportan juventud, buena vida y longevidad.  

A medida que pasa el tiempo perdemos la capacidad de reírnos; nos volvemos más serios, más maduros y más complejos a nivel mental, mientras un bebé sonríe al menos 400 veces al día sin pensarlo, los adultos van perdiendo la conexión con el lado positivo y jocoso de la vida. Las preocupaciones, el estrés, los temas económicos y el desarrollo de cientos de enfermedades crecen a un ritmo vertiginoso y así surge también la necesidad en los seres humanos de buscar nuevas alternativas para vivir mejor.

Desde la antigüedad, reírse de sí mismo se consideró el mejor método para eliminar el ego, el padre del psicoanálisis Sigmund Freud, atribuyó a las carcajadas el poder de eliminar energías negativas, el gran filósofo Aristóteles describió la risa como “un ejército valioso para la salud” y el famoso humorista Charles Chaplin citó una frase para reflexionar “un día sin sonreír, es un día perdido”.

Reir es una habilidad única en los seres humanos que aporta grandes beneficios a la salud: disminuye la sensación de dolor a través de la liberación de endorfinas, rejuvenece y tonifica el rostro, elimina tensiones de la columna vertebral, reduce el riesgo de sufrir infartos, equilibra la presión arterial y refuerza el sistema inmunológico, entre otros.

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