¿Granitos en el pezón o glándulas de Montgomery?

¿Te has pellizcado alguna vez los granitos que tienes en la aureola de los senos? Estos tubérculos parecen espinillas, pero en realidad no se exprimen. Cuando extraes de ellos la secreción sebácea, tus mamas quedan a merced de las bacterias que atacan la piel.

Estas pequeñas protuberancias, naturales en la mujer, se llaman glándulas de Morgagni. Al iniciar el ciclo de lactancia, pasan a llamarse tubérculos de Montgomery. Durante el embarazo segregan olores y sabores que son un estímulo olfativo para el bebé.

A pesar de que parecen espinillas, no lo son; rara vez enrojecen o se inflaman, no duelen, ni pican y siempre están en el mismo lugar. Generalmente hay entre 10 y 20 de éstas en cada pezón, las cuales segregan un líquido microbiano que protege la piel de las infecciones.

¿Cuándo acudir al médico? La infección de los tubérculos es poco común y desaparece sin tratamiento. Si hay pus, inflamación o enrojecimiento sin tendencia a mejorar, hay que buscar asistencia médica.  

Otro motivo de preocupación es la foliculitis originada por el crecimiento de algunos pelos en los senos. Los ginecólogos señalan que las mujeres no lo manifiestan por vergüenza, sin embargo, es común y las causas son hormonales. No es algo grave, lo mejor es no tocarlos; si incomodan se pueden cortar con una tijera o pinza esterilizada para evitar la infección, añaden.

Las mamas, en edad fértil, pueden verse afectadas por abscesos cutáneos o subcutáneos. La mayoría son de carácter benigno, causados por bacterias que se cuelan en los tejidos ocasionando hinchazón. Para cuidar sus senos procure usar prendas de algodón, exfolie cada cierto tiempo e hidrate con cremas. Por nada del mundo pellizque los tubérculos de  Montgomery.  

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