22 Ene Doomscrolling, una amenaza para la salud mental
Hacer doomscrolling es un peligro para la humanidad; así lo afirman los expertos, quienes explican que las personas que experimentan este fenómeno, saben cuándo comienzan a buscar noticias dramáticas, pero no son capaces de hacer un alto ante el océano de informaciones negativas. Estos individuos navegan en internet sin descanso pudiendo desarrollar el Síndrome del mundo cruel.
Doomscrolling, es el término que se refiere al consumo desmedido de malas noticias. En la actualidad esta palabra se escucha con más frecuencia, sin embargo, su uso se comenzó a popularizar en los Estados Unidos en el año 2020, para resaltar la importancia de que la gente haga algo más que devorar noticias deprimentes a través de las pantallas.
El Síndrome del mundo cruel se traduce en percibir el mundo peor de lo que realmente es, mientras que el acceso desmedido a contenidos amarillistas infunden miedo, angustia y hostilidad. Así mismo las estadísticas demuestran, cómo el flujo exacerbado de enlaces sobre el Covid-19 influye en la multiplicación de los casos de hipocondría.
En inglés ‘doom’ significa condenación, mientras que ‘scrolling’, es el acto de mover hacia abajo cualquier portal en busca de más contenido. El problema radica en que en las redes sociales permiten hacer scrolling sin llegar nunca al final. Esta condición según los especialistas pone a la humanidad frente a un gran desafío; el de imponer su voluntad y los límites propios en pro de preservar la salud mental.
Por su parte, el cerebro se engancha rápidamente en los eventos amenazantes buscando la supervivencia. Cuando el ser humano tiene más conocimiento sobre algo, siente más seguridad de poder afrontarlo. De la misma forma, las redes sociales están diseñadas para promover la repetición de su uso, lo que en definitiva resulta una combinación muy tóxica.
Los efectos adversos de hacer doomscrolling son el estrés, la depresión, el insomnio y la ansiedad. No existe una fórmula mágica para terminar con esta compulsión, es importante tomar consciencia, fijar momentos de desconexión, seleccionar las noticias y sobre todo, priorizar el bienestar físico, mental y emocional. Cambiar este mal hábito por actividades más recreativas o que generen placer, podrían ayudar a minimizar la condición.