Cuidados para la exposición solar

Cada vez es más común para los médicos dermatólogos atender en sus consultas casos derivados del daño que la radiación ultravioleta produce a largo plazo en la piel, entre ellos el envejecimiento prematuro de la misma, ciertos tipos de cáncer secundarios, lupus cutáneo y otras lesiones.

El repunte de estas enfermedades tiene que ver no solo con cambios atmosféricos y climáticos a nivel mundial, sino con un descuido por parte de las personas en protegerse de la exposición solar.

La falta de información y de cuidado son parte de las razones por las que la población, principalmente en los países tropicales, donde hay una mayor incidencia de las radiaciones solares, se ve afectada por estas enfermedades, que son fácilmente previsibles.

El sol, aunque es fuente de vida, si no se le maneja de forma preventiva, puede convertirse en un problema para uno de nuestros órganos más importantes y extenso, como lo es nuestra piel, de allí la importancia de no exponernos innecesariamente a los rayos solares, algunos de ellos imperceptibles, como los rayos ultravioleta (UV), que tienen la particularidad de reflejarse en nuestro entorno y afectarnos de manera indirecta, sobre todo a los niños o personas de piel muy blanca, que son susceptibles de un mayor peligro.

Según mediciones realizadas por expertos, la hierba refleja aproximadamente el 15% de la radiación, el agua un 10 a 20%, la arena un 25% y la nieve hasta un 80%, recibiendo nuestra piel en este caso casi el doble de radiación. Aún cobijándonos debajo de una sombrilla o de un árbol, seguimos recibiendo dosis de rayos ultravioleta, de allí la importancia del uso de protectores solares y de ropa y accesorios adecuados (por ejemplo, lentes de sol para la protección de nuestros ojos).

Hay que evitar exponernos a la luz del sol en pleno mediodía, porque cuando el sol está en todo lo alto el peligro es mayor, o el uso indiscriminado de esas lámparas solares en algunos gimnasios o spas para adquirir ese color dorado en la piel, tan apreciado en algunos medios.

El sol es un gran aliado de la vida y la salud, los mismos dermatólogos lo utilizan para tratar ciertas enfermedades, pero hay que tener un cuidado muy especial para no convertirlo en nuestro enemigo. La próxima vez que vea a su médico pregunte sobre las distintas maneras de protegerse de esas peligrosas radiaciones solares.