¿Cómo guardar las medicinas en casa?

A pesar de que parece una idea fuera de lo común, hay personas que guardan las medicinas cerca de la cocina o en el baño, sin embargo, éstas mantienen su eficacia solo si se almacenan en lugares secos y frescos. La temperatura óptima para preservarlas en buen estado, oscila entre los 15° y 25 ° grados, extendiéndose a 30 ° como máximo. 

Cuando abrimos cualquier remedio comienza una especie de degradación por la interacción ambiental. Si el producto está lejos del calor y de la humedad, sus propiedades terapéuticas se conservan. La vida útil de un fármaco se asocia también a la fecha de caducidad troquelada en la etiqueta, por lo cual, es importante tener en cuenta esta información. 

La contaminación de los medicamentos es otro factor de riesgo para la salud. Hay personas que ingieren la mitad de un comprimido y colocan el resto en lugares inapropiados. En estos casos, los pastilleros son útiles, no obstante, las tabletas deben guardarse en el envoltorio original bien identificadas.   

Las vacunas, los colirios y algunos antibióticos requieren un cuidado especial; son sustancias que pierden la concentración del principio activo por la acción del calor. Estos fármacos no se congelan, se mantienen entre los 2 y  8° grados en la nevera, y si su aspecto cambia, hay que suspender el uso. 

En casos aislados, las medicinas recién compradas presentan variantes en su apariencia o en su composición. Son situaciones en donde el producto se daña por fallas en el almacenaje y diversos factores externos. Si compra un medicamento y algún comprimido está chicloso o desmoronado, diríjase a la farmacia a notificar la irregularidad. 

Guarda las medicinas lejos del alcance de los niños y procura dejarlas en su caja original. Recuerda limpiar el botiquín de primeros auxilios por lo menos cada 6 meses. Ante cualquier duda, consulta al médico.