¿Puedo tomar un medicamento vencido?

Hay muchas opiniones encontradas sobre la ingesta de fármacos y su fecha de vencimiento, lo cierto es que a todos nos ha pasado; encontramos en el botiquín lo recetado por el médico y dudamos al ver la fecha de caducidad, ¿qué hago?, ¿me lo tomo?, ¿y si me intoxico? en algunos países que han atravesado grandes crisis sanitarias, ha surgido irremediablemente la necesidad de ingerir lo que hay para el alivio de cientos de dolencias y enfermedades.

En este artículo no sugerimos tomar medicamentos vencidos ni hacerlo de forma sistemática, sin embargo, hay información muy útil que puede tener en cuenta si se trata de una emergencia. La fecha de vencimiento de un medicamento representa un antes y un después en la utilización del mismo, una vez que el empaque se abre y es expuesto a distintos factores ambientales, los laboratorios no se hacen responsables de que el producto se mantenga en óptimas condiciones para su consumo.

En realidad, son muy escasas las cifras de intoxicación por tomar fármacos vencidos, la expiración tampoco indica que el contenido pueda generar reacciones graves, no obstante, es importante tener en cuenta algunas cosas, si tiene un dolor de cabeza o un malestar menstrual, lo peor que puede pasar es que el fármaco no haga ningún efecto, pero si sufre de ataques epilépticos, convulsiones u otros episodios que ponen en riesgo su vida, es fundamental consultar al médico.

Hay que tener especial cuidado con el uso de algunos términos, no es lo mismo un medicamento vencido que dañado, la apariencia física o el aspecto aporta mucha información sobre su estado, si una gragea no está en su envoltorio original, lo mejor es evitar su consumo, en principio porque no es posible ver la fecha de caducidad y aumenta el riesgo de tener hongos y bacterias.

Los comprimidos tienden a conservarse por más tiempo, mientras que los jarabes para la tos y las drogas líquidas son más inestables; si usted percibe algo inusual en algún contenido que no use a diario en cuanto al color, sabor, textura u olor, suspenda su uso, evite también ingerir píldoras astilladas, pegajosas o que estén más duras o más blandas de lo habitual.  

Muchos estudios aseguran que la mayoría de los medicamentos siguen teniendo vida útil mucho después de vencerse, no obstante, en todos los países el vencimiento representa una normativa exigida a la industria farmacéutica que se lleva a cabo tras diversos estudios exhaustivos, en donde se comprueba que el producto conservará sus principios activos en condiciones ambientales adversas.

Por su parte, los laboratorios advierten que las condiciones de almacenamiento son determinantes; en realidad, es muy fácil conservar las medicinas siguiendo algunas recomendaciones: revise su botiquín cada 3 o 4 meses, colóquelo en un lugar seco y fresco, elimine los contenidos que no tengan etiquetas o nombres, asegúrese de tapar bien los fármacos líquidos luego de ser usados, no corte los blíster ni saque las tabletas de su envase original, si usa pastilleros, guarde los comprimidos sellados.

Hay otros medicamentos más sensibles que dependen completamente de la refrigeración para conservar sus principios activos, en este caso: la insulina, las vacunas, los óvulos y algunas pomadas, los cuales no deben ser colocados en la puerta de la nevera porque es el lugar en donde más varía la temperatura, finalmente, ante la duda, consulte al médico como primera opción.